sábado, 4 de junio de 2016

El regreso de Ulises a Ítaca (1ª Parte)

A Ulises se le conoce principalmente por su inteligencia y su ingenio, que es lo que le permite sobrevivir a la Guerra de Troya, más que por sus dotes de guerrero o de estratega. El regreso a su patria, Ítaca, para reunirse con su mujer y su hijo está repleto de escollos y de pruebas que superar. Hay quien asegura que el viaje de Ulises es el reflejo del viaje del ser humano por este mundo. También se le conoce como Odiseo.

El deseo más ferviente de este héroe griego es volver a ver a Penélope, su esposa, y a su hijo Telémaco. Cuando termina la Guerra de Troya y parte hacia su hogar, una enorme tormenta lo arrastra hacia las costas de Tracia. Una vez allí, se apoderan de la ciudad de los cicones. Pero llega a oídos de los cicones ausentes lo que ha ocurrido, y al caer la noche se lanzan sin piedad sobre Ulises y sus hombres, matando a una gran cantidad de ellos.

Ítaca
La isla de Ítaca, Grecia

Los supervivientes, entre ellos Ulises, escapan hacia las costas de Libia, para más tarde recalar en el país de los cíclopes, temibles gigantes de un solo ojo en la frente que gustan de la carne humana. Se ocultan en la cueva de Polifemo, hijo del dios del mar Poseidón. Cuando éste vuelve y los encuentra allí, empieza por matar y devorar a dos de los hombres, para luego cerrar la entrada de la cueva e impedir la huida de los demás.


Escapando de Polifemo


Ulises se teme lo peor cuando ve que a la mañana siguiente el cíclope engulle a otros dos de sus hombres y lo mismo por la noche. Con el deseo de aturdirlo, le entrega el vino que lleva con él. Polifemo se lo bebe y le pide más, y como agradecimiento por su gesto le asegura que será el último en morir. Antes de quedarse dormido, le pregunta cuál es su nombre, a lo que Ulises responde que su nombre es Nadie.

Ulises en la cueva de Polifemo
Ulises en la cueva de Polifemo

Aprovechando el momento, Ulises y sus hombres le incrustan en su único ojo una estaca que habían ocultado, lo que le deja ciego de inmediato. Polifemo se altera y ante el barullo, otros cíclopes acuden a la entrada de la cueva, preguntándole si alguien le ha agredido, a lo que Polifemo responde que Nadie y sus compañeros se marchan tranquilos.

A la mañana siguiente, cuando el cíclope abre la cueva, Ulises y los hombres que quedan aprovechan para escapar ante la ceguera de su secuestrador. Una vez más, la astucia de Ulises les salva la vida.


El dios de los vientos


Emprenden camino rumbo a la isla de Eolo, el dios de los vientos, quien les regala una suave corriente que les ayudará a llegar a Ítaca, además de donarles un odre con todos los vientos por si los necesitan en su viaje.

Ulises más relajado, pero también agotado, se deja vencer por el sueño. Algunos de sus hombres, cansados de tanta aventura y deseosos de obtener una recompensa a sus desgracias, deciden abrir el odre, con la esperanza de encontrar en su interior el oro que les hará ricos.

Eolo entregando los vientos a Ulises
El dios Eolo entregando los vientos a Ulises

Al destapar el odre, todos los vientos se desatan al mismo tiempo, formando una gran tormenta que les aleja una vez más de su ruta, llevándolos a la tierra de los gigantes. Una vez más llegan agotados y atracan los barcos en el puerto, pero a Ulises su instinto le aconseja que no lo haga y se queda en alta mar. Al poco tiempo, los gigantes atacan a los barcos griegos, hundiéndolos uno tras otro. Ulises, y los hombres que han quedado con él, emprenden la huida inmediatamente.

Esta vez recalan en la isla de Eea y algunos hombres buscan la morada de la hechicera Circe, que amablemente los invita a su palacio y les ofrece los mejores alimentos. Sin embargo, esta vez es Euríloco el que se esconde, temiendo que tanta cortesía esconda un engaño. Y sus sospechas se confirman, pues Circe inmediatamente después del banquete, saca su varita mágica y convierte a todos los hombres en cerdos. Euríloco, sin ser visto, corre a contarle lo ocurrido a Ulises.

El héroe se encuentra con la hechicera y ésta le asegura que dejará libres a sus hombres y no utilizará ningún hechizo con él. Sin embargo, no cumple su palabra y usa la magia para que Ulises se convierta en su amante. De este modo, consigue que se quede a su lado durante doce largos meses.


Beatriz Moragues - Derechos Reservados


2 comentarios: